BLANQUEAMIENTO DENTAL

Es un tratamiento estético que mejora el color de los dientes, dejándolos más blancos y brillantes. Por regla general, se somete a blanqueamiento a todos los dientes pero también es posible realizarlo solamente en un diente que pueda estar oscurecido.

Las causas por las que los dientes se oscurecen o manchan son diversas:

  • Tomar bebidas como café, vino tinto, té u otros alimentos con un alto contenido en colorante.
  • Fumar, además de los riesgos que conlleva para la salud, es un de las principales por las que los dientes adquieren un aspecto amarillento.
  • Las caries dentales, el sarro y los empastes pueden contribuir, de manera considerable, a la decoloración de los dientes.
  • Si los nervios y los vasos sanguíneos de los dientes son dañados por una caries o un traumatismo, estos también pueden llegar a oscurecerse.
  • Algunos tipos de manchas pueden ser debidas a enfermedades o a determinados medicamentos.

BLANQUEAMIENTO DENTAL INTERNO 

Indicado para aquellos dientes que se han oscurecido a consecuencia de un traumatismo o después de una endodoncia. Es una técnica sencilla y conservadora con la que se obtienen unos resultados realmente buenos, al tiempo que la anatomía externa del diente queda intacta.

BLANQUEAMIENTO DENTAL EXTERNO 

Se realiza en clínica mediante láser y/o en casa mediante el uso de férulas realizadas a medida y la aplicación de pequeñas cantidades de gel que se ponen sobre las mismas. 

De este modo, el color de los dientes se va aclarando progresivamente de manera indolora para el paciente y sin ser agresivo para el diente. Durante el tiempo que dura el tratamiento, se darán las instrucciones a seguir para que el resultado del blanqueamiento sea duradero y óptimo.

Algunos pacientes pueden notar cierta sensibilidad dental durante el mismo sobre todo aquellos que tienen sensibilidad dental previa al mismo. Tanto a unos como a otros, se les dará unas instrucciones específicas para mitigar esas molestias.

En cuanto a los resultados del blanqueamiento dental dependerán, entre otras cosas, del propio paciente y su genética pero, también de sus hábitos alimenticios y de higiene bucal. Durante el tratamiento y también después de haberlo finalizado recomendamos que el paciente no fume y que evite alimentos ricos en pigmentos que tiñan los dientes como el café, el vino, algunas especias, etc.

Desde TriaDent además insistimos en la importancia de una buena higiene bucal diaria y acudir a las revisiones periódicas fijadas para comprobar si hay que realizar alguna limpieza bucal para eliminar posibles manchas o acumulación de placa y sarro.

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